15 ago 2013

High school never ends

'Four years you think for sure
that's all you've got to endure
all the total dicks, all the stuck up chicks
so superficial, so immature...
Then when you graduate
you take a look around and you say hey wait!
this is the same as where I just came from
I thought it was over, aw, that's just great...

The whole damn world is just as obsessed
With who’s the best dressed and who’s having sex
Who’s got the money, who gets the honeys
Who’s kind of cute and who’s just a mess
And I still don’t have the right look
And I still have the same four friends
And I’m pretty much the same I was back then
High school never ends'

Desde que escuché esta canción el concepto me fascinó. No pude encontrar algo más verídico que todo lo que dice la letra. De la prepa a la vida real, lo único que cambia son las caras, los nombres y las modas.

Pero hablando en un sentido más figurado, y la verdadera razón por la que me dieron ganas de hacer este post (al menos hasta el día de ayer), es porque hace unas semanas me reencontré con una amiga de toda la vida. Aunque estudiamos la universidad en diferentes estados y ahora vivimos en distintos continentes, cenamos rico y hablamos seis horas sin parar, como si al otro día yo no tuviera que ir a trabajar o ella a un desayuno con otra amiga. Fue como si nos hubiéramos visto el día anterior.

Lo más curioso de todo fue algo que me dijo, que alguien le dijo, de alguien más. Un chisme de una persona que fue muy cercana a ambas hace muchos años (en la prepa), y con quien hasta la fecha, en especial hace un par de años, mantengo una buena relación. No podía creer lo que me dijo… me cuesta trabajo comprender que haya personas que sigan sintiendo que viven en el pasado, que no han pasado los años y especialmente que no me den suficiente crédito como para pensar que no he seguido adelante con mi vida, sólo porque ellos tienen los mismos amigos y viven en el mismo sitio. Es verdad que para algunas personas, la prepa nunca termina.

Ahora bien, hablando en un sentido más literal, no había tenido oportunidad de reflexionar sobre esto hasta eventos ocurridos recientemente. Me pasó como cuando Ted le dice a Marshall que cuando Lily mastica hace mucho ruido... entonces suena un cristal rompiéndose y se rompe el encanto, desde ese momento Marshall nota más que nunca lo ruidosa que es Lily al masticar. No es que antes no me hubiera percatado de varias cosas, pero ahora parece ser todo lo que noto...

A donde sea que uno vaya, habrá los famosos "high school cliques". Aunque en la vida real no se trata de atletas, porristas, geeks y freaks, en la vida real sí existen esas niñas que llegan en la mañana y no te dan los buenos días, se organizan para ir a comer juntas y no te invitan o que se refieren unas a las otras con nombres de aprecio, mientras que a ti no te voltean ni a ver cuando les diriges la palabra. Por otro lado están los niños que son los amiguitos de esas niñas, que comparten bromas con ellas, que las invitan "a jugar" y que, como comparten amigos en común, salen juntos todo el tiempo, por supuesto sin ti. Están también los niños y niñas que son amables y educados, a diferencia de los anteriores, y que tampoco pertenecen a la "élite". Los que si bien no te invitan con ellos a salir todo el tiempo, de vez en cuando te invitan a jugar o a comer y te preguntan cómo estás cuando no te ven bien, porque les interesa genuinamente. 

Son "códigos" de género, dicen, pero en mi opinión son chingaderas, son majaderías. No está bien que una niña que baile súper bien, no pueda entrar al equipo de porristas porque las porristas no la quieren. Tampoco está bien que una de las porristas meta a su hermana arrítmica al equipo, porque es su hermana y sí le cae bien a las demás. Bueno, es la prepa, así son las niñas. ¿códigos de género? ¿inmadurez? Pero en la vida real pasa lo mismo. Dicen en las películas que "it’s high school, it gets better" y tal vez sea cierto hasta cierto punto, pero en mi experiencia y hoy tengo más claro que nunca que como dice Bowling for soup, high school never ends.


High school

Real life

2 ago 2013

Experience

'Experience, is only what you make it,
 You live forever but you never know...'

Como algunos saben, desde agosto del año pasado doy clases en la licenciatura de arquitectura en una universidad en Cuernavaca. Desde que hice la maestría, dar clases era una idea que me atraía, aunque nunca creí que fuera a ocurrir tan rápido y repentinamente para mí.

Por abril-mayo del 2012 un amigo que trabajaba en dicha universidad me preguntó si en algún momento me gustaría dar clases, a lo que respondí que sí. Pasaron varios meses y no tuve más noticias del asunto. Un día, de la nada, me envió un mensaje preguntando si todavía me interesaba porque tenían una vacante; me comunicó con quien debía hablar y al otro día iba en camino a las 7 de la mañana a Cuernavaca para entrevistarme con el director de carrera y el del departamento. El resto es historia.

Dicen que las cosas buenas toman tiempo, pero las cosas realmente grandiosas ocurren en un parpadeo, y así fue esto para mí. Fue complicado el proceso por tratarse de tal institución, y en su momento me cuestioné si valía la pena todo: los desvelos, las desmañanadas, los gastos, los procesos burocráticos… Una año más tarde puedo decir con convicción que sí. En primer lugar, porque finalmente obtuve mi título de maestría, que allí me solicitaban y no había recibido; en segundo, porque dar clases te obliga a estar “updated” y es enriquecedor, además de que aprendes muchísimo en el proceso; en tercer lugar, porque poco a poco van surgiendo mejores oportunidades, sin mencionar que tener tal chamba en el CV, no pasa desapercibida.

Siempre pensé que mi primer trabajo como profesora sería en la universidad donde estudié en Veracruz. Mi entonces director de carrera me había ofrecido incorporarme con ellos al término de mi maestría, lo que no ocurrió por cambios de departamento. Ayer por la mañana recibí un correo de la bolsa de trabajo de mi universidad, donde solicitaban un profesor para dar una materia, la primera que dí en Cuernavaca, a nivel bachillerato. No pude evitar responder al correo cuando leí los requisitos para el puesto: Hombre y con dos años de experiencia docente.

Si bien es cierto que hay más arquitectos hombres que mujeres, ¿por qué limitar el campo de trabajo para las que habemos? Por otro lado, pedir dos años de experiencia docente lo entiendo, pero si todo el mundo pidiera experiencia de docente para contratar, ¿cómo empezaríamos a adquirir esa experiencia? Si me la hubieran pedido, no me habrían contratado porque no la tenía. Y ahora, mi universidad no me puede dar trabajo porque apenas tengo un año dando clases… Sin embargo, a diferencia de la universidad donde sí doy clases, en ésta no piden como requisito que el profesor tenga una maestría. Entonces ¿qué es más importante?

¿Experiencia o maestría? Si yo no hubiera hecho una maestría, no me habrían contratado en Cuernavaca, aunque tuviera cinco años dando clases. Aunque tengo maestría, no me contratarían en Veracruz, porque no tengo experiencia. Es algo demasiado arbitrario y que personalmente veo mal. Siempre dicen que los jóvenes son el futuro, que hay que darles oportunidades, y entonces pasan cosas como ésta.

Un arquitecto puede tener toda la experiencia del mundo y saber muchísimo, pero esto no implica necesariamente que pueda ser un buen maestro. Un arquitecto puede tener maestría y tampoco por eso es automáticamente alguien que sabe más o alguien que puede enseñar. A veces sólo hay que ser más abiertos de mente y tener un poco de fé en las personas. Nunca sabemos quién nos puede sorprender, y después de todo, para eso están las evaluaciones de los alumnos.